El Chocolate Conquista Europa

 

Existen contradicciones a la hora de definir de donde proviene la palabra Chocolate. Una hiposesis afirma que proviene de la palabra “xocolatl”, vocablo que significa “agua Espumosa” (xoco: espuma – atl: agua), algunas fuentes indican que éste era el nombre de la bebida que le fue ofrecida al conquistador español Hernan Cortez.

Otras fuentes, indican que el vocablo Xocolatl, proviene de los indígenas que habitaban la Isla de Guaja, frente a las costas Hondureñas, en donde Cristóbal Colón descubrió que los indígenas consumían una bebida bastante fuerte y amarga, que producía energía y vitalidad, la cual llevaba este nombre, chocolate seria el resultado de añadir a la palabra de origen náhuatl  atl («agua») la palabra xococ («agrio»), la palabra xocolia («agriar») o xocolli («cosa agría»).

De todas maneras, al referirnos al chocolate –de la forma que lo conocemos actualmente- debemos remontarnos al viejo continente ya que es sin duda un “invento europeo”.

La introducción del cacao en Europa tambien se carga con diveras hipotesis, algunas fuentes indican que Cristóbal Colón, al regreso de su 4º viaje a las Indias en 1.502, introdujo el fruto de cacao en España . Otras fuentes dicen que Hernán Cortéz, luego de probar esta bebida, introdujo el cacao en la corte del Rey Carlos V de España.
Una tercera hipótesis dice que el cacao llegó a Europa gracias a cierto monje que viajaba en las expediciones de Cortéz, quien envió cacao al abad del monasterio de piedra de Zaragoza, junto con las indicaciones de cómo prepararlo, y así, por primera vez en la historia se fabricó chocolate o xocolatl, en Europa.

En los primeros años de conquista, los europeos no apreciaban el chocolate, considerándolo demasiado amargo. El chocolate sufrió una serie de transformaciones antes de ser adoptado por el viejo mundo en la forma que conocemos hoy. Entre ellas, los españoles preferían tomar la bebida caliente endulzada con azúcar de caña e introdujeron algunas innovaciones en la forma en que se preparaba, utilizando un palo de madera para fabricar la pasta de cacao. Otra innovación introducida para facilitar el transporte hacia Europa fue la de fabricar una tableta a la que se podía agregar agua caliente para conseguir la bebida terminada.


Si bien su introducción en Europa ha generado muchas polémicas, a partir de allí la historia se encuentra un poco más documentada. Los monjes españoles adaptan esta bebida al paladar Europeo, sustituyendo las fuertes especias utilizadas por los nativos Americanos, por Miel, azúcar y leche. La corte española mantuvo la preparación de esta bebida a nivel de secreto de Estado, y sólo los monjes conocían el procedimiento para convertir el fruto del cacao en chocolate. Esta bebida era ampliamente usada por ellos, ya que la iglesia consideraba que no rompía el ayuno, además de volverse sumamente popular en España. La Corona Española logró mantener este secreto durante aproximadamente un siglo.
La historia de la expansión del chocolate por el resto de Europa tiene varias versiones e hipótesis: Ciertos historiadores indican que el viajero Italiano Antonio Carletti descubrió el secreto y lo llevó a otras naciones Europeas, mientras que otros dicen que dicha popularidad se debe a que la Infanta Maria Teresa de España, al casarse con Louis XIV de Francia, mejor conocido como el Rey Sol, le entregó a éste el secreto de la preparación del chocolate como regalo de bodas. La pareja real instauraría entonces en la corte Francesa la costumbre de tomar chocolate, que si bien en España se consumía bastante espeso, los franceses comenzaron a tomarlo de una manera más diluida.

Una tercera versión, aunque coincide con el hecho que Francia fue el segundo país en recibir el chocolate, difiere en la manera. Dicen que la corte Francesa se mostraba bastante dubitativa en cuanto a la aceptación de lo que se llegó a llamar “una producto barbárico” y “una droga nociva”, probablemente a causa de sus efectos vigorizantes. No fue hasta que la Facultad de Medicina de Paris le otorgó el visto bueno y que la Reina Ana de Austria, esposa del rey Louis XIII de Francia la nombrara “la bebida oficial de la corte Francesa”, en el año de 1.615, que ésta no se convirtió verdaderamente en un suceso.

En el año de 1.657 un ciudadano Francés residenciado en Londres abrió en Queen´s Head Alley, una tienda llamada “The Coffee Mill and Tobacco Roll”, en la cual se comenzaron a vender las pastillas sólidas de chocolate, para preparar la bebida en Inglaterra, y se considera históricamente como el verdadero punto de partida de su popularidad en Europa. Como consecuencia de esta popularidad, el gobierno Británico estableció un impuesto que le daba al chocolate un precio equivalente a ¾ de su peso en oro. Por esta razón, el chocolate era una bebida que sólo podía ser costeada por la alta sociedad. Este impuesto estuvo vigente hasta 1.853.

Si bien el chocolate es descubierto durante el renacimiento, fue recién en el siglo XVII, época en que el espíritu del estilo barroco alcanzaba su auge, que el producto alcanzo las mesas de los palacios y de las familias mas adineradas de la época. De la misma manera como la bebida se reservaba a una elite de las tribus mesoamericanas, el chocolate en la europa del siglo XVII era consumido únicamente por la realeza europea.

Dos grandes factores surgen como fuerzas masificadoras del consumo de chocolate. La revolución Francesa que lleva al fin de la aristocracia por ascendencia y la Revolución Industrial cuyos avances tecnológicos permitieron disminuir sensiblemente el costo de producción del chocolate convirtiéndolo en un producto accesible para la mayoría de la población. 

 

 Los suizos comenzaron a fabricar chocolate a mediados del siglo XIX, cuando Daniel Peter, al tratar de mezclarlo con leche para hacerlo más cremoso, tuvo problemas, ya que el agua contenida en el chocolate no permitía una emulsión uniforme. Luego de 8 años de experimentos infructuosos le presentó la idea a un fabricante de leche evaporada de nombre Henry Nestlé, quién tuvo la idea de mezclar leche condensada azucarada con cacao, iniciando así la fama del chocolate Suizo.

En el año de 1.828 C. J. Van Houten, un maestro chocolatero Holandés inventó la prensa de cacao, instrumento que se utilizaría para obtener la manteca de cacao, quitándole a éste su acidez y amargura tradicional.


El chocolate se consumió unicamente en forma líquida en Europa, hasta que en el año de 1.879 Rodolphe Lindt tuvo la idea de agregar de nuevo la manteca de cacao procesada a la mezcla, permitiendo así que el chocolate pudiera ofrecer una textura sólida y cremosa a la vez, que fuera crocante al morderlo para luego, acto seguido se derritiera en la boca. Esta presentación tuvo su auge durante la Segunda Guerra Mundial, ya que proporcionaba a las tropas aliadas un excelente alimento, a la vez que ocupaba muy poco espacio al transportarlo. Terminada la Segunda Guerra, se afianzó el mercado para el chocolate en barra ya que las tropas, de vuelta en casa, deseaban seguir consumiéndolo